Las infecciones que afectan huesos, articulaciones o tejidos blandos representan un reto clínico importante, especialmente cuando ocurren tras una cirugía ortopédica o como complicación de una fractura expuesta. En Traumacore, contamos con un equipo médico especializado en el control de infecciones musculoesqueléticas, un componente vital de nuestro cuidado médico integral.
Este tipo de infecciones requiere diagnóstico precoz, tratamiento agresivo y un enfoque coordinado entre traumatólogos, infectólogos, microbiólogos y fisiatras. Las consecuencias de una infección no tratada pueden incluir daño articular irreversible, retraso en la cicatrización e incluso riesgo de amputación.
Algunas de las condiciones que atendemos incluyen:
- Osteomielitis (infección ósea).
- Artritis séptica (infección articular aguda).
- Infecciones postoperatorias tras cirugía ortopédica.
- Infecciones de tejidos blandos profundos.
- Complicaciones infecciosas de fracturas abiertas.
Nuestro protocolo incluye pruebas de laboratorio, cultivos especializados, imágenes diagnósticas y, cuando es necesario, abordaje quirúrgico para limpiar el área infectada. Complementamos el tratamiento con antibióticos específicos y seguimiento clínico riguroso.
En Traumacore, entendemos que una infección musculoesquelética no solo compromete la salud física, sino también la recuperación funcional. Por eso ofrecemos un plan integral que prioriza la contención de la infección, la preservación estructural y la rehabilitación efectiva.
Preguntas frecuentes
Dolor intenso, enrojecimiento, fiebre, secreción o inflamación persistente en una zona operada o lesionada.
No siempre. En algunos casos basta con antibióticos, pero si hay daño estructural o pus acumulado, puede requerirse intervención quirúrgica.
Pueden causar daño permanente en huesos y articulaciones, impedir la recuperación o incluso generar infecciones sistémicas peligrosas.
Sí, con técnicas quirúrgicas limpias, control antibiótico preventivo y un adecuado seguimiento posoperatorio.